Calor, ese enemigo invisible que nos tiene a todos sudando la existencia ☀️
Julio es criminal.
Para los que hacemos las vacaciones en agosto, julio es eterno, caluroso, agotador… y con los niños sin cole. Es como una fase previa del infierno donde todo el mundo sigue con su vida mientras tú sobrevives a base de cafés con hielo, toallitas húmedas y cero paciencia.
(Guía de humor y supervivencia ante la ola de calor)
El verano nos prometía vacaciones, cañitas al atardecer y piel doradita.
Spoiler: Nos ha dado sudores, noches en vela y el pelo con más encrespamiento que la fregona del Mercadona.
Bienvenidos a la ola de calor permanente, también conocida como "la nueva normalidad térmica". Sí, amigos, el verano ha llegado a nuestras vidas con toda la sutileza de una bofetada con la mano abierta.
🔧 Manual de supervivencia para humanos medio derretidos:
💨 1. El ventilador y yo, historia de amor no correspondida
Tres ventiladores tenemos en casa. Tres. Repartidos como si fueran cámaras de seguridad, pero en lugar de vigilar, lo único que hacen es mover aire caliente… y nuestras esperanzas.
Ahora bien, ese momentazo glorioso en el que te rocías la cara con spray de agua mientras el ventilador te da de lleno... madre mía, qué gustito. Es como un mini spa low-cost en el salón.
No te resuelve la vida, pero te devuelve el alma al cuerpo durante tres segundos. Y eso, en julio, vale oro.
TIP top: pon el flus en la nevera. Vas a llorar de la emoción cuando lo uses😅.
🌬️ 2. Aire acondicionado, tenemos pero no lo usamos
Porque lo enciendes y dices: “Uy, qué bien”, pero a los cinco minutos estás con manta y pastilla de ibuprofeno por el cuello pillado. ¿Y si el cuerpo se acostumbra y luego no aguanta la calle? 😆
Yo no me llevo bien con el aire. Siempre me da frío, me reseca la garganta y encima la diferencia de temperatura entre dentro y fuera es una bofetada térmica. Además, lo que gasta... nada, que no lo pongo. Solo en momentos muy puntuales, cuando ya ni el flus ni el ventilador pueden con mi existencia.
🏢 3. En la oficina trabajamos en un sauna de verano
Literal. El aire acondicionado no tira, el techo de la nave es tan alto que los tubos de ventilación están por las nubes y el aire ni siquiera llega. Y encima, tenemos una cristalera detrás que nos cocina por la espalda. ¿Alguien dijo "clima de oficina"? Pues esto es el verano en versión horno de pizza.
Y para colmo, siempre está el típico o la típica compañera que tiene frío siempre. Está ahí, perfectamente acurrucado/a con su suéter y bufanda, mientras nosotros estamos sudando como pollos. En fin, alguien tiene que tener la temperatura de confort, ¿no?
El año pasado, para sobrevivir, nos compramos unos mini ventiladores en el chino. Pobres, no han sobrevivido a tanto uso. Este año, el jefe nos ha comprado unos nuevos, pero de los de verdad, grandes. Y oye, no es el aire acondicionado, pero nos salva el día. ¡Ni tan mal!
🏖️ 4. Planes de verano: huir del sol como si fuéramos vampiros
La playa a las 8:00 da una pereza tremenda, lo reconozco, pero el premio al final vale la pena. Aparcas sin problema, no hay casi nadie, el sol todavía no pica tanto y se está de lujo. Se disfruta tanto que casi te olvidas de la hora. A las 12:00, cuando el sol empieza a apretar, el calor ya es insoportable. ¡Para casa a echarse la siesta!
🍉 5. Alimentación ligera (o sea, todo lo que esté frío y no haya que cocinar)
Sandía, helados, ensaladas, granizados… y si me dices “croquetas recién fritas”, lo más probable es que me eche a llorar y me quede tumbada en el suelo como Marlin, el gato, para evitar el calor. Pero ojo, no digo que no, ¿eh? ¡Me las como!
Porque en verano, el menú es sencillo: helados, helados y más helados 😂. Si no hay hielo, no hay vida. ¿Cocinar? ¡Para qué! Con un par de helados y una sandía te sobrevives todo el día.
💧 6. Duchas innecesarias pero necesarias
No hay lógica: te duchas, sales, y al minuto ya estás sudando como si hubieras corrido la San Silvestre. ¿La solución? Volver a ducharse. Es un bucle infinito. Pero, oye, nos da paz. La ducha se ha convertido en nuestro pequeño santuario de meditación… con agua fresquita, por supuesto.
Ahora, cuéntame, ¿eres de los que hasta en verano se ducha con agua ardiendo? ¡No, por favor! Eso es de otro planeta.
🐾 7. El drama animal
📉 8. Mi estado emocional fluctúa como el precio de la luz
Hay días en los que me siento invencible, con energía para conquistar todo lo que se me ponga por delante. Pero hay otros en los que hasta entrenar que me encanta, se me hace cuesta arriba. La primera serie ya me tiene sudando como un pollo, el cuerpo me pesa, me siento hinchada, y todo me cuesta un montón.
Mi mood veraniego es una montaña rusa: a veces subo, a veces bajo, pero siempre con la esperanza de que llegue la noche para recuperar fuerzas.
💬 9. ¿Quedamos para comer?
No, gracias. Comer es de invierno. En verano se cena. A las 21:30. A la sombra.
Con abanico. Y con la posibilidad de que alguien me pase hielo por la nuca si
me da un bajón vital.
🌡️ Bonus: cosas que he hecho para sobrevivir al calor (aunque me cueste la dignidad):
-
Darme crema del after sun sin haber tomado el sol, solo por el fresquito.
-
Abrir la nevera sin coger nada, solo por charlar un rato con ella.
-
Abanicarme con una tapa de Tupperware.
-
Decir “tengo frío” mientras me echo hielo por la nuca, para engañar al cerebro.
✨
En resumen:
El verano es maravilloso, sí, pero también una lucha constante:
Contra el calor, la pereza,
el sudor en la espalda baja y el trauma de probarte el bañador, haber si este
año entra.
Lo importante no es estar
perfecta, ni bronceada, ni hacer mil planes.
Lo importante es llegar a
septiembre sin haber matado a nadie y con el mismo número de neuronas que en
junio.
Si lo logras, amiga: campeona olímpica. 🍧🏅
💬 Y tú, ¿qué haces para no morir en el intento?
No estamos hechos para vivir en piloto automático. Haz pausas, respira, y recuerda que lo simple también puede ser extraordinario.✨
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🌍 🇬🇧 Quick Summary in English
Summer is here, bringing not only beach days and sunshine but also a constant battle with the heat. From cooling off in the pool to trying to survive the office heatwave, the season has its challenges. Whether it's battling the heat with fans, cold showers, or dealing with pets melting on the floor, summer is truly a test of endurance. But at the end of the day, it's all about embracing the chaos and making it through without losing your mind (or your favorite fan). 🍧🏅
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